domingo, 10 de diciembre de 2017

Trabajo del Taller UPM



Síntesis de la carta apostólica rápido desarrollo

La carta apostólica rápido desarrollo del Papa Juan Pablo II, publicada 2005, contiene cinco apartados: el primero, un camino por la senda del decreto Inter mirifica, confirma que la Iglesia no está llamada solamente a usar los medios de comunicación para difundir el evangelio sino, sobre todo hoy y más que nunca, a integrar el mensaje de salvación en la nueva cultura que estos poderosos medios crean y amplifican, que forman partes de su propia misión en el tercer milenio. El primer areópago de los tiempos modernos es el mundo de la comunicación, capaz de unificar a la humanidad convirtiéndola, como se suele decir, en una aldea global. (RM). Dentro de una visión orgánica y correcta del desarrollo del ser humano, los medios de comunicación pueden y deben promover la justicia y la solidaridad, refiriendo con verdad y cuidado los acontecimientos, analizando en modo completo las situaciones y los problemas, y dando voz a las diversas opiniones.
Luego, en el apartado de discernimiento evangélico y compromiso misionero, descubrimos que el mundo de los medios de comunicación tiene necesidad de la redención de Cristo. Gracias a la redención, la capacidad comunicativa de los creyentes se ha sanado y renovado.
En la Iglesia los medios de comunicación permiten manifestar el carácter universal del pueblo de Dios favoreciendo un intercambio más intenso e inmediato entre las Iglesias locales, y alimentando el conocimiento recíproco y la mutua colaboración. Las nuevas tecnologías, en especial, crean nuevas oportunidades para una comunicación entendida como servicio al gobierno pastoral y a la organización de las diversas tareas de la comunidad cristiana. Los contenidos tendrán siempre por objeto hacer consientes a las personas de la dimensión ética y moral de la información. De hecho, es importante garantizar la formación y la atención pastorales de los profesionales de la comunicación porque muchos de ellos están sinceramente deseosos de saber y de practicar lo que es justo en el campo ético y moral y esperan de la Iglesia orientación y apoyo. Así lograremos un cambio de mentalidad y una renovación pastoral.
Los medios de comunicación, encrucijada de las grandes cuestiones sociales. Aquí el papa nos enseña que es necesario que también las comunicaciones sociales sean englobadas en un cuadro de derechos y deberes orgánicamente estructurados, ya sea desde el punto de vista de la formación y responsabilidad ética, cuanto en referencia a las leyes y las competencias institucionales.
El papa propone tres opciones fundamentales para salvaguardar la centralidad y la dignidad de la persona, la primicia de la familia, célula de la sociedad, y la correcta relación entre las diversas instancias, utilizando los medios de comunicaciones sociales:
La formación: en fin, de hacer que los medios de comunicaciones sean conocidos y usados de manera consciente y apropiada.
La participación corresponsable en su gestión: Si las comunicaciones sociales son un bien destinados a toda la humanidad, se deben encontrar formas siempre actualizadas para garantizar una mayor participación en su gestión. Incluso por medio de medidas legislativas oportunos.
El dialogo: las comunicaciones deben de favorecer el dialogo, que quiere decir convirtiéndose en vehículo de conocimiento reciproco, de solidaridad y paz.
En la última parte el sumo pontífice nos invita a comunicar con la fuerza del Espíritu Santo. Ayuda aún más necesaria si se considera cuán grandes pueden ser las dificultades intrínsecas de la comunicación a causa de las ideologías, del deseo de ganancia y de poder, de las rivalidades y de los conflictos entre individuos y grupos, come también a causa de la fragilidad humana y de los males sociales.

Equipo:
Pbro. Didier Munsiensi Mawete
Refugio Vitte Ventura
Nancy Zuñiga Vargas

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